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Jesús Mostajo

Jesús Mostajo

Software Developer and IT Manager

La página web de tu empresa es el escaparate en el que muestras tus servicios. Por eso, dar una buena impresión al visitante (y potencial cliente) es fundamental.

Hace un tiempo ya hablamos de la importancia de tener un buen dashboard, o panel de control, para gestionar la información de nuestra página web en lo relativo a visitas, ventas y otros procesos. Pero, ¿qué ocurre con la parte visible de nuestro sitio web?

Con un buen diseño de página web puedes mostrar, de un vistazo, no sólo en qué consiste tu negocio, sino tu profesionalidad. Por eso, tener la página web de tu negocio desactualizada puede ir en contra de tus intereses.

Esto no quiere decir que haya que cambiar la web de forma inmediata. Tal vez tu web actual, hecha hace unos años, cumpla perfectamente con su objetivo y simplemente haga falta hacer unas pequeñas correcciones. O tal vez esté claramente obsoleta y necesite un rediseño completo. 

Veamos qué cosas hay que tener en cuenta para que nuestra web sea útil y funcional realizando un breve análisis de ella.

¿Responde mi web a la imagen de mi negocio? 

¿Has cambiado la imagen de marca recientemente? ¿O has actualizado o ampliado los servicios que ofreces a tus clientes? Una de las cosas clave que debe cumplir una página web es la de corresponderse con el negocio que está anunciando. Es poco profesional que la imagen de la web no se corresponda con la del resto del negocio. O que la información que ofrece sea anticuada o esté incompleta.

Debe existir siempre una coherencia de marca pues, de lo contrario, enviamos al cliente mensajes contradictorios que pueden echarlo atrás a la hora de contratar nuestros servicios.

¿Cómo sé si mi web está desfasada? 

Antes no era tan común el consultar páginas web desde el móvil pero ahora las visitas desde este y otros dispositivos móviles (como las tablets) pueden suponer casi la mitad del total. Por eso es fundamental que la web de tu negocio se adapte a los distintos dispositivos correctamente. Es lo que se llama diseño responsive y si tu web no responde a él correctamente, deberías plantearte el rediseñarla con urgencia.

Además, si el diseño está anticuado puede que la página tarde demasiado tiempo en cargarse. Como usuarios, somos poco pacientes y si la página es muy lenta, lo más probable es que la acabemos abandonando antes de siquiera verla. Y eso es un cliente potencial perdido.

Las causas de esto pueden ser varias: que no esté bien diseñada para los distintos navegadores que existen (cada uno con sus características), que las imágenes y videos no estén bien optimizados, que deba cargar muchos complementos que ralenticen la carga general de la web,…

¿Cómo de rápido pueden encontrar mi web?

El hecho de corregir los problemas mencionados antes es positivo, además, para mejorar el posicionamiento de la web al hacer búsquedas relacionadas con tu negocio. Una página responsive que carga muy rápido será encontrada mucho antes que otra que no cumpla estas características.

Aprovechando el rediseño de la web se pueden adaptar los textos y su estructura para mejorar el SEO de la página, es decir, el ya comentado posicionamiento. Utilizar textos que incluyan palabras clave relacionadas con tu negocio o estructurar los contenidos convenientemente puede ayudar a ser encontrado más fácilmente.

¿Es fácil navegar por ella?

Un elemento más a tener en cuenta en tu página web es la usabilidad. Esto es cómo de fácil le resulta al usuario encontrar aquello que va buscando en tu web. 

Navegar por tu página web debe ser una experiencia agradable y orgánica. Tener el menú bien organizado y la información accesible es fundamental. Cuanto más directo sea el camino a la información que busca más posible es que el visitante se convierta en cliente.

Teniendo esto en cuenta puedes valorar si necesitas hacerle un lavado de cara a tu página web. Y si aún tienes dudas, siempre puedes contactar con nosotros sin ningún compromiso.

Foto de Igor Miske para Unsplash